Antes de vender, comprar o alquilar una nave industrial, es esencial saber cuánto vale realmente y por qué.
Mucho más que metros cuadrados o ubicación, su valor depende de factores operativos, técnicos y de mercado que es importante conocer.
│ Una buena valoración combina datos técnicos, condiciones reales y contexto de mercado.
A diferencia de otros activos inmobiliarios, una nave no se valora solo por su tamaño o aspecto. En el sector logístico, cada detalle físico y funcional puede tener un impacto relevante en el precio.
Ubicación y superficie:
El primer gran factor. Estar bien conectado a vías principales, centros logísticos o áreas urbanas influye directamente en la demanda. Y claro, a mayor superficie, más posibilidades de uso… si está bien aprovechada.
Estado de conservación:
Una nave reformada, con buenas instalaciones, mantenimiento al día y estructura sólida puede cotizar significativamente más que otra similar pero envejecida.
Altura libre y accesibilidad:
Clave para operaciones logísticas modernas. La altura libre mínima para estanterías, maquinaria o pasillos de circulación determina su eficiencia. La accesibilidad, tanto exterior como interior, también influye: puertas amplias, rampas, patios de maniobra, etc.
Características físicas críticas:
Oficinas, baños y vestuarios pueden sumar valor si están bien diseñados y equipados.
Importante: la existencia de techo de uralita resta valor, ya que su uso está prohibido y su retirada implica un coste adicional.
Depreciación funcional:
Cuando una nave tiene adaptaciones muy específicas —como fosos, cámaras o instalaciones a medida—, estas pueden perder valor si no son útiles para un nuevo comprador. Lo que antes era un activo, ahora puede convertirse en un coste de reforma.
Entorno y accesos:
No basta con estar dentro de un polígono industrial. El entorno cuenta: calles anchas, acceso para trailers, servicios próximos, visibilidad… Todo eso impacta en el interés que pueda generar una nave.
│ La altura, los accesos y el estado del techo pueden subir o bajar miles de euros el valor de una nave.
No. Aunque hay metodologías estándar como el comparativo de mercado o el cálculo por rentabilidad, en la práctica cada valoración es un ejercicio individual que combina datos, experiencia profesional y contexto local.
Los inversores, compradores o propietarios que buscan valorar una nave deben tener en cuenta:
Una buena valoración no es solo poner un precio, sino entender para quién es valiosa y por qué.
│ Una misma nave puede valer 1 o 1,3 millones según quién la compre y para qué la necesite.
Valorar una nave industrial correctamente requiere combinar conocimientos técnicos, datos del mercado logístico y comprensión del uso futuro del espacio.
Ahí es donde Nabes puede marcar la diferencia.
Como marketplace especializado en naves industriales, Nabes ofrece acompañamiento experto en todo el proceso:
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